¿Qué compone una buena caja plegadiza?

A simple vista un elemento común, y que muchas veces no tiene la atención que merece, una caja plegadiza o un empaque es un elemento que casi siempre contiene muchos de los bienes que usted adquiere, y que suelen terminar en las casas olvidados, como recipiente de recuerdos o adornos de navidad.

Sin embargo, estos empaques para alimentos, objetos diversos o regalos tienen una historia bastante larga, y se remonta a 1817, cuando el primer papel cartón fue producido y comercializado en Europa. A partir de allí, se inventó el proceso de corte y doblado para crear cajas con un material reforzado, que fuese capaz de resistir mayor peso y ser fabricada en mayor volumen: Así nacieron los empaques para cereales, el primer uso de este tipo de elementos en la industria.

A lo largo del siglo XX este material se fue perfeccionando, permitiendo un mayor nivel de resistencia y durabilidad, al tiempo de que fue posible imprimir de manera eficiente logos, patrones, marcas e imágenes sobre ella, haciendo de las cajas plegadizas un elemento más único y reconocible.

Pero, ¿Qué compone una buena caja plegadiza? Colprinter, especialista en la fabricación y personalización de estos, así como de la distribución de bolsas publicitarias e institucionales y materiales corporativos, le cuenta las características que debe tener un buen empaque

Primero, su fabricación y diseño. Este debe trabajar en función de lo que contendrá en el futuro, y debe estar construido con materiales resistentes, que estén en la capacidad de contener los productos que llevará en el futuro. El cartón corrugado o duro es ideal para objetos pesados, mientras que un diseño más simple y ligero es perfecto para cosas más pequeñas.

Tenga en cuenta también el transporte de los bienes que contendrá: ¿Tendrá que recorrer ciudades, o tal vez países hasta llegar a su destino? Tenga en cuenta que el empaque debe estar en la capacidad de reducir el movimiento y amortiguar los golpes de los productos que contenga, con la ayuda de espuma o plástico que ayude con esta tarea.

Otro elemento determinante es la forma y tamaño del empaque, que también está relacionado con el uso que se le dará. Una caja con una forma especial o distinta es ideal para transportar elementos más pequeños, o para dar regalos institucionales, artículos publicitarios o detalles a otras personas. Un empaque más grande y con una forma cuadrada convencional será más que adecuado para llevar bienes o productos en mayores volúmenes.

Además, asegúrese de su flexibilidad y versatilidad. Si desea una caja plegadiza que sea fácil de manejar y moldear, que los dobleces de esta vayan de acuerdo a lo que contendrán y al uso que se le dará. No añada pliegues extra que afecten la rigidez del empaque, ni tampoco omita estos, haciendo difícil la tarea de manipular este último.

Finalmente, tenga en cuenta el diseño y la calidad de fabricación que imprimirá en este empaque. Si decide optar por materiales más económicos y procesos más rápidos, las cajas podrán afectar los elementos que transporte, como materiales pop o alimentos, dañándolos o destruyéndolos totalmente durante su transporte.

Por otro lado, el diseño, y posible personalización del empaque, es una opción para que los clientes se interesen en sus productos y los compren en las tiendas, además de brindarle una identidad corporativa. Tenga en cuenta que este sea agradable para sus posibles clientes, para que no se lleven una idea errónea sobre su empresa o servicio.

Este diseño lo puede hacer realidad en Colprinter, en donde plasmamos las imágenes, combinaciones y logotipos para las cajas de productos que necesite, así como calendarios personalizados y muchos otros elementos corporativos.

Tenga en cuenta estos elementos que componen a una buena caja plegadiza, y siempre al diseñarla, piense en la funcionalidad y practicidad, así como en su cliente y la forma en la que utilizará el empaque.